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La Revista Cultural La Palestra Noticias es un espacio de encuentro para compartir el amor por el Arte, por el Deporte, por la Literatura, por la Salud, por los conocimientos de Astrología, por el Medio ambiente y su cuidado, por la cultura de cada Sociedad y su gente; por los viajes, la oportunidad de descubrirnos diferentes y semejantes.   

"El cuento siempre te sorprende"

Un encuentro con Janet Dickinson.

 

Por Florencia Beláustegui

Janet llegó a la Patagonia en brazos de sus padres, cuando tenía apenas veintiún días de vida. Desde entonces vivió rodeada de este paisaje, escenario predilecto en sus cuentos. Nos contó que, si bien siempre escribió, su exposición como escritora comenzó a los cincuenta años. Desde entonces le otorgaron diversos premios y menciones alrededor del mundo reconociendo su calidad estilística en sus relatos breves y en su poesías.


Hoy vive en San Martín de los Andes, en una casa que se titula “El rincón de las letras”.

¿Cómo nació esta vocación literaria?

 

Mi papá era escritor. Escribía para una revista en Escocia sobre la Patagonia y sus expediciones de escalada, y también escribía ficción. Siempre nos leyó –a mamá y a mí- sus escritos; mamá le “hacía de crítica”. De él aprendí muchísimo. Además, leía... leía vorazmente. Me quedaba hasta las tres de la madrugada leyendo. Leer ayuda a escribir. De chica escribía cositas… Después vino la escuela, la vida, me hice instructora de esquí (nada que ver con la literatura). Pero siempre tuve esta cosa…

De grande empecé a escribir otra vez. Escribía para mis amigos, hasta que en el ´97 se hizo el primer taller literario acá en SMA, a cargo de Cristina Ramos. A partir de ahí empecé a tomar la escritura más en serio. Entonces me anoté en muchos concursos y empecé a sacar premios.

 

Janet tiene raíces inglesas y un poco irlandesas. En su casa se hablaba, se leía y se escribía en inglés. Empezar a escribir en español representó un desafío. ¿Qué fue lo que más te costó del castellano?

 

Yo creo que pensaba en inglés y lo traducía… y no metiéndome en el idioma propiamente. Eso fue lo que más aprendí de los talleres.

¿Qué escritores te inspiraron?

 

En castellano, Cortázar. Me encanta su estilo, creo que he sido muy influenciada por él. En inglés, Hemingway. En la adolescencia estaba enamorada de él… Tengo una anécdota curiosa con Hemingway:

en un taller literario dirigido por Graciela Cross, nos propuso hacer una biografía de un escritor a elección… yo elegí a Hemingway. Durante una tarde que estaba sola en casa, porque mi marido estaba de excursión cazando, me senté a escribir en la cocina, desde donde no podía ver ni la sala de estar ni la puerta de entrada. Estaba muy enfrascada en la historia y en Hemingway… estaba como transportada. En eso, de golpe,  siento el olor a tabaco de pipa. Como mi marido fumaba pipa,  me puse contenta porque pensé que había vuelto antes. “Volvió Charly”, pensé, y salí  a recibirlo. Pero no estaba ni él, ni su camioneta, ni nada. Él no había llegado. Sentí esa cosa de que era Hemingay… Él también fumaba en pipa. Son esas cosas que haces una conexión cerebral, tu imaginación trabaja. Juro que realmente sentí el ruido del fósforo quemar el tabaco… en la sala de estar había alguien, un ser.

 

Cuando hablamos de literatura todo puede ser… ¿Por qué no? Esta anécdota me da pie a otra pregunta ¿Cómo es tu proceso creador?


¡Desorganizado! Hay cosas que son una disciplina. La novela por ejemplo, es una cosa diagramada. Cuando estoy escribiendo una novela me auto-disciplino para estar escribiendo cierta cantidad de horas por día porque tengo un proyecto que quiero terminar. Cuando termino una novela nunca estoy del todo conforme. En realidad este género implica un esfuerzo para mí. Por ejemplo, con la última novela, cuando terminé la última revisión terminé agotada… estaba como drenada… ¡tenía tantas ganas de hablar con alguien! Solamente otra persona que escribe puede entender ese momento en el que diste todo lo que pudiste y te drenaste, y quedaste como vacía.

Pero la inspiración, eso de que viene una idea y queres agarrar una birome y un papel, a mí me pasa con el cuento corto y con la poesía. Las poesías te vienen; de golpe empiezan a caer y a fluir las palabras. Si no puedo escribirla en el momento, generalmente trato de memorizarla… no hay que dejar pasar demasiado tiempo porque si no te olvidas… se pierde.

En cambio el cuento corto es lo mío. Finalizar un cuento es otra cosa.  El cuento corto es divino, cuando lo terminas sentís...

 

Janet hace una pausa y se le ilumina la cara, la mirada y la sonrisa. Se quedó sin palabras, pero con las manos trata de medir y describir la sensación de terminar un cuento. Toma aire… qué mejor manera de explicarlo que con una anécdota.

 

Cuando terminé el primer cuento después de tantos años de trabajar en la casa de té Arrayanes y no hacer nada de literatura, no podía creer que yo había escrito eso. Cómo se fue redondeando… como fue todo tan perfecto… En aquella época me gustaba escribir de noche; y recuerdo que salí al parque de la Hostería, era una noche de luna, y me puse a bailar sobre el césped… estaba como una loca bailando, porque fue la sensación más linda que tuve en mi vida. Cuando te agarra eso… ¡es adictivo! El cuento siempre te sorprende.

¿Cuál fue el mayor desafío en tu camino literario?

 

Fueron dos: El primero fue pasar la barrera de la poesía. Tenía un bloqueo con este género, me parecía que yo nunca iba a poder escribir poesía, que no era una cosa que estuviera dentro de mí. Pero hice un taller de poesía con Cristina Venturini y ahí aprendí. Le perdí el miedo. De ahí en más he tenido mucho éxito con la poesía. He sido invitada a México, a Budapest, Cuba, Irlanda, todo por intermedio de la poesía. Me fue bien, pero fue un desafío, tuve que perderle el miedo.

El segundo fue escribir mi primera novela. De nuevo, pensaba que yo no podía, decía “a mí me sale el cuento corto”. Pero a la vez me dije: “lo tenés que intentar”. Lo intenté y escribí mi primera novela. Ayer mandé a una editorial en Estados Unidos mi tercera novela.

 

¿Qué consejos le darías a quien está empezando este camino literario?

 

Que haga talleres, enriquece mucho. Las consignas ayudan mucho para que llegue la inspiración. Además da la oportunidad de relacionarse con otras personas con el mismo gusto por la literatura. Se forman grupos muy lindos, y uno entra en un mundo literario. Aconsejo un par de años de taller literario, ¡y después lanzarse!

Algunos de sus premios y reconocimientos:

 

* 1° Poesía Festival de poesía FERMOY (2013)

* 2° Cuento por “El Tintero” II Encuentro Nacional de escritores Chosmalal

* 1° Premio Cuento breve  “La señora del gobernador” (2005)

* 3° Cuento Breve  por “En los pasos del Padre Ignacio” (2003)

* 1° Poesía Premio poeta de Mérito (USA) (2002)

* 1° Cuento breve infantil Centro Editorial Neuquén (2001)

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