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22 de diciembre de 2017
Sona, renovando la tradición
Entrevista a Sona Jobarteh
Sona Jobarteh es cantante, africana, y la primera mujer en tocar el Kora de manera profesional.
Lo peculiar de este instrumento, un arpa de veintiún cuerdas, además de ser uno de los instrumentos musicales más importantes perteneciente al grupo étnico «Manding» del oeste de África (Gambia, Senegal, Mali, Guinea y Guinea-Bissau), es que su interpretación estuvo sujeta durante los últimos siete siglos a una fuerte tradición que dictaba la herencia de su enseñanza y performance de padre a hijo exclusivamente. Sumado a que solamente aquellos que nacieron en el seno de una de las familias Griot tienen derecho a tocarlo de manera profesional. Sona, quien pertenece a una de estas cinco familias, rompiendo la antigua costumbre se convirtió en pionera al dedicarse de manera profesional a él. Sin duda lo lleva en la sangre: los Jobarteh tiene una fuerte reputación musical, especialmente gracias a su abuelo Amadu Bansang Jobarteh quien fue un ícono en la cultura y la historia musical de Gambia, pero también gracias a su primo Toumani Diabaté. Ambos son aclamados maestros del Kora, y ahora Sona suma un nuevo prestigio a la fama familiar.
LP: ¿Cómo viviste la «ruptura con la tradición familiar del Kora»?
Sona Jobarteh: Primero, diría que mi experiencia con eso fue aceptada en más formas de lo que se hubiera esperado, y creo que la razón de ello es que, como intérprete, estoy trabajando en un nuevo espacio que es sobre el escenario.
Tradicionalmente, esta música es interpretada durante eventos especiales como ceremonias de nombramiento, bodas, etcétera… Eventos que son parte de y que crean una sociedad. Por lo tanto, comparado con los siglos que tiene la tradición, es algo nuevo que la música sea interpretada sobre el escenario para que el público la escuche como un entretenimineto, en lugar de escucharla dentro de un evento social.
Durante mi juventud, nunca me expuse al contexto de formarme en la tradición local del Kora, es por ello que creo que ha habido una aceptación hacia mi interpretación en público, en contraposición a si me hubiera formado dentro de ese contexto tradicional. Esta creo que es una de las razones por las que pienso que fue posible hacer lo que hago. Y creo que es bueno.
Niña prodigio, a la edad de cuatro años comenzó a aprender de su hermano Tunde el arte del Kora, y hacia los seis ya sabía tocar el cello, el piano y el arpa. Su debut artístico en público fue a los (apenas) cinco años de edad junto a Tunde en London`s Jazz Café. A los once dio su primer recital solista de cello en el prestigioso salón South Bank Purcell, también en Londres.
LP: ¿Cuál es el recuerdo más querido de tu infancia en Gambia?
S.J.: Diría que en general es la familia. Para esta cultura la familia es lo más importante porque la cultura se mantiene viva por la familia. Mi familia, los Jobarteh, ha mantenido viva la tradición del Kora durante todos estos siglos, y continúa haciéndolo.
Durante nuestra infancia, la estructura familiar es muy fuerte y de niños eso es algo que realmente apreciamos. La mayoría de la gente habla de ello: la conexión con la familia es muy importante. Para mí, es una de las cosas que siempre apreciaré, así como también haber vivido fuera de la ciudad, en los pueblos… Es algo que realmente adoro porque allí se encuentra la verdadera cultura de Gambia. Me gusta pensar en aquellos días, en aquél pueblo en donde, de niña, disfrutaba de una vida llena de libertad.
LP: Sobre tu música: ¿qué dirías que es aquello que cautiva a un público de tan variadas partes del mundo?
S.J.: Se me hace muy difícil ser yo quien responda a esta pregunta ya que no es algo que me siente y trate de diseñar o planear… ¿Sabes?
La música es algo que es muy puro, es muy honesta y llega directamente desde uno mismo. Creo que en lo único que pongo esfuerzo y energía en términos de «estar pensándola» es en estar segura de estar transmitiendo eso mismo, esa honestidad. Es asegurarme de estar comunicándome con todos ya que no hablo una lengua que todo el mundo entienda… No importa a donde vayas, siempre habrá personas que no entiendan tu idioma, tu forma de hablar…
Es muy importante que la música se comunique con las personas, y por mi parte debo sentir una conexión con la audiencia, y que la he conmovido; que he sido capaz de haberlos hecho sentir diferente a cuando llegaron. Esto es mi única y principal constante cuando estoy cantando. Es algo muy importante para mí.
Más allá de esto, mi música no es algo calculado o planeado para cautivar al público de una manera particular.
Un poco más… Impulsando la cultura y la educación
En 2014, Sona fundó con sus propios recursos la escuela de música «Amadu Bansang Jobarteh». Es la primera escuela establecida en Gambia que ofrece una enseñanza integrada académica y musical. Con la posibilidad de asistir de forma gratuita, casi la mitad de los alumnos son huérfanos o pertenecientes a familias de escasos recursos. Especializada en el estudio de la música Manding, una de las más antiguas vertientes musicales del oeste de África, la escuela no solo busca cultivar el conocimiento y experiencia musical, sino también promover entre sus estudiantes el orgullo por la cultura y tradición de Gambia.
La selección para el ingreso está basada en los talentos musicales, sin embargo a su vez se le da mucha importancia a la formación académica. Por ejemplo, muchos de los niños que comienzan tienen escasos o nulos conocimientos de escritura y lectura, sin embargo al cabo de seis meses todos saben leer y escribir.
Pero el impacto de la escuela no termina en estos conocimientos, sino que también se extiende hacia sus familias y la comunidad al promover proyectos para la educación en lo que se refiere a la salud, higiene y alimentación. Al mismo tiempo, se busca que tanto los alumnos como la comunidad pueda desempeñarse en agricultura y el trabajo de su tierra. Este proyecto ayuda a la creación de puestos laborales, así como también apunta a una proyección de una comunidad autosustentable.
LP: ¿Cuál es el mensaje que te gusta trasmitir a los alumnos de tu escuela?
S.J.: Por supuesto creo que son muchos los mensajes que debemos darles a los estudiantes. Cada día están aprendiendo cosas nuevas. Pero diré que uno de los mensajes más importantes en la escuela es el mensaje de estar orgullosos de la cultura heredada, de la identidad y de la importancia del entendimiento sobre quiénes son como africanos, y de lo que tenemos como africanos. Es algo que, para mí, es uno de los mensajes más importantes que debemos enseñarles. Pero no enseñarlo para que lo repitan, sino como una manera para que lo puedan vivir todos los días. Eso es algo realmente muy importante.
Es a través de las actividades que hacemos con ellos que pueden sentir este sentimiento de orgullo por su cultura, por sus instrumentos, por sus tradiciones. Para que de esta manera no tengan que sentir que tienen que transformarse en otra cosa que no sea en ellos mismos. Porque… puede suceder que sientan que su cultura no sea suficiente. Por lo que este mensaje que estamos mostrándoles a nuestros niños es realmente importante.
LP: ¿Qué le dirías a los niños de otras culturas?
S.J.: Les diría lo mismo: que ellos también deben estar orgullosos de su propia cultura, buscando formas de representarla, de mejorarla… Porque cada generación tiene la responsabilidad de mejorar su cultura, su país o familia. Entonces, también difundiría este mensaje en otros lugares: que los niños puedan tomar su cultura orgullosos sabiendo que en un futuro habrá otros quienes a su vez tomarán el relevo de la sociedad para ser responsables por ella.
Deberían tener siempre presente este sentimiento de responsabilidad, de que pueden cambiar y mejorar todos aquellos obstáculos que alguna vez encontraron durante su propio crecimiento; pueden tener el poder de cambiar aquellas cosas y de mejorarlas en el futuro.
Sí, creo que es el mismo mensaje.
Recorrido musical
A los 27 años se le encomendó la composición de la banda sonora para el documental «La Madre Tierra». En este trabajo, Sona cultivó un nuevo género musical para el cine africano creando un puente entre sus conocimientos musicales africanos y europeos. En la búsqueda por captar el paisaje sonoro inventó un nuevo instrumento que llamó «Nkora», un cruce entre el Ngoni y el Kora. Al combinar sus múltiples habilidades (compositora, multi-instrumentalista y productora) este trabajo se convirtió en su primer hito en el desarrollo de su carrera musical. El documental dirigido por Owen Alik Shahadah recolectó múltiples premios alrededor del mundo.
La cualidad de su voz atrajo la atención del compositor hollywoodense Alez Heffes quien en el 2011 le pidió que se presentara como vocalista solista en la banda sonora de la película «El primer graduado». La pieza con la que Sona se presentó ganó el premio «Revelación del año» en el Festival mundial de bandas sonoras de Hollywood, en el 2012. Esa misma pieza fue interpretada en vivo en Bélgica y acompañada por una orquesta de ochenta instrumentos. Este éxito llevó a que el director Justin Chadwick le propusiera grabar como solista para la banda sonora de la película hollywoodense «Mandela: el largo camino hacia la libertad» (2014). Dos años después Sona participó de la serie hollywoodense “Raíces” basada en la novela de Alex Haley de 1976.
En los últimos años alcanzó rápidamente el éxito internacional encabezando grandes festivales alrededor del mundo: Brasil, India, Korea del sur, Ghana, México, Tanzania, Cote D’Ivoire, Lituania, Polonia y Malasia, por nombrar algunos. Sona y su música tienen la excepcional habilidad de llegar a la audiencia de todos los orígenes y todas las culturas.
Más información en www.sonajobarteh.com