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La Revista Cultural La Palestra Noticias es un espacio de encuentro para compartir el amor por el Arte, por el Deporte, por la Literatura, por la Salud, por los conocimientos de Astrología, por el Medio ambiente y su cuidado, por la cultura de cada Sociedad y su gente; por los viajes, la oportunidad de descubrirnos diferentes y semejantes.   

26 de junio de 2017

Caminante, se hace camino al andar

 

Por Ati Irazusta

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

 

Antonio Machado

Diario del Camino a Santiago de Compostela 

PRIMERA PARTE

Día 1:

Sábado 16 de julio de 2016

Primera etapa, cumplida.

Camino recorrido: Sarria-Portomarin,  22.8 km.

 

Los primeros diez kilómetros caminé con ánimo y buena disposición. De repente empecé a sentir el calor del verano y surgió la idea de “esto no es para mí”. Me había desconectado. Empecé a ponerme reglas como “en este puesto no paro”; “voy al baño en el próximo”; “tomo agua después”; “para qué sacar una foto…” Todo una gran autoexigencia fundada en el miedo a las ampollas, a la insolación, a que se me hincharan los pies o se estresaran los músculos. Mucho cuco y mucho bla bla.

Al principio, en el camino hay un cierto clima de que si no es con dolor, no hay victoria, o esto vale y aquello no, o de  cuáles son las cosas que cuentan y cuáles no; de que el sello en el pasaporte del peregrino…no sé qué y … ¡ufff! Nada que ver conmigo, la verdad.

 

Si al fin y al cabo vine a disfrutar, como hago en la vida que elijo tener. ¿Por qué entonces generarme tanta incomodidad, tanta presión? Ya había frenado en un puesto a comer un sandwich y tomar un jugo,  y al toque cuando estaba re-caliente y con ganas de hacer dedo y abandonar, volví a frenar y me compré un helado. Me senté en una terraza a ver qué… a dilucidar cómo seguía. Entonces llegó un chico y empezó a hablarme: que de dónde sois, y que hace cuánto camináis, y que cómo la venís llevando y… Ahí pum, exploté.

Conversamos sobre el control y soltar. Él me contó que caminaba para desestructurarse; yo, nada que ver: lo único que había hecho desde que había llegado y lo que había preparado, era para que todo fuera perfecto: medias Quechua, pantalón Patagonia, zapatillas Salomon, mochila Montagne… Todo el equipet de trekking (que es espectacular y rigurosamente efectivo), pero yo sigo siendo Ati. A mí me gusta pasear, observar la naturaleza, detenerme, anotar, meter los pies en el río, comer lo que quiero y cuando quiero. Estuvo re-bueno hablar con Arturo de Valladolid que se  fumaba un pucho y tomaba una birra mientras tenía una buena conversación conmigo y con otros amigos que llegaron después. A mí me cambió el ánimo.

 

Retomé el camino, me solté el pelo y me lo mojé cada vez que vi agua. Pedí que me sacaran fotos. Compré fruta. Después una coca. Me puse las sandalias. Fui cantando y frenando. Cuando volví a preguntar cuánto faltaba, me dijeron 5 km. Ya casi estaba. Lo disfruté. Me había separado de la idea de cómo quería que fuera y acepté cómo soy.

 

Lo importante de hoy: escuchar al cuerpo y escuchar al corazón.

Día 2:

Domingo 17 de julio de 2016

Segunda etapa, cumplida. 
Recorrido: Portomarin-Palas do Rei,  24.9 km
Salida: 7.30 am

 

Saliendo de Portomarin, a pura niebla matinal, se me presentó una disyuntiva: un monolito del camino, sin kilometraje, tenía con un letrero que decía “C. Complementario”. ¿Y ahora? Mi pensamiento iba por: "no camino un pinche kilómetro de más". Al darme vuelta para ver si algún peregrino salía a mí encuentro/ayuda, me encontré con Oscar. Nos miramos y dijimos: "vamos".
 

Resultó que era de Mendoza, profe de Historia y que le encantaba viajar. ¡Imagínate que cuentos iban a surgir sí o sí!
La verdad es que conversamos de la vida, de lo que veíamos, anécdotas de viajes, de docentes, de los niveles de conciencia, sentimientos y argumentos varios. La maternidad, el trabajo en equipo, los deseos del corazón, la libertad, Biodanza y física cuántica. ¡Hasta me hizo hablar de política y religión!

 

Simplemente escucharse. Frenar a sacar miles de fotos. Baño. Desayuno. Birra. Almuerzo. Fuentes para meter la cabeza para refrescar los 35º  que supimos llevar con onda y con la frente en alto. Cantamos Calamaro, Tribalistas, Sui Generis, Serrat, Marisa, alguna chacarera. El dolor y el calor se perdieron en el encuentro. 
 

Llegamos diez horas después cantando "Gracias a la vida que me ha dado tanto" (versión de Violeta Parra). Tardamos diez horas lo que se hace en cinco o seis. Y disfruté todo el rato. Esto es un Buen camino para mí. Hoy siento que me acepto como soy y me va mucho mejor. 


De este día aprendo que se puede conversar sin entrar en discusión, y que es maravilloso entrar en conexión con alguien. 
No, no me enamoré de Oscar. Sí me enamoré de la vida que me llevó a él para dejar de pensar, para soltar y confiar en que hay un amor para mí. 
Estoy tan contenta y agradecida hoy. 

 

Lo más importante: la vida me pone en el camino lo que necesito.

Camino de Santiago de Compostela
Camino de Santiafo de Compostela
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