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La Revista Cultural La Palestra Noticias es un espacio de encuentro para compartir el amor por el Arte, por el Deporte, por la Literatura, por la Salud, por los conocimientos de Astrología, por el Medio ambiente y su cuidado, por la cultura de cada Sociedad y su gente; por los viajes, la oportunidad de descubrirnos diferentes y semejantes.   

20 de febrero de 2017

Reiki, camino de sanación

 

Por Macarena Ruzo

La palabra reiki proviene del sánscrito: <rei>, que significa energía universal y <ki>, vital. Es una técnica de canalización y transmisión de dicha energía a través de la imposición de manos, con el objetivo de re-armonizar los planos físico, emocional, mental y espiritual.

 

Mi primer contacto con el Reiki fue a través de mi hermana mayor (también reikista), quien un día en el que una jaqueca terrible no me dejaba estudiar, se acercó y me dijo: “Dejáme que te haga un poco de Reiki”. Entonces posó sus manos sobre mi cabeza y empecé a sentir un calor intenso, y después, poco a poco el dolor se fue. Pasaron varios años hasta que yo misma me acerqué al estudio de esta técnica. Una pregunta que me hacen frecuentemente es si hace falta tener algún don especial. No, no hace falta. La técnica se adquiere. Aunque algo que vi marcado en varios reikistas es que se iniciaron porque ellos mismos estuvieron en una búsqueda personal.

Mikao Usuri

Existen varias corrientes, yo me especialicé en la de Mikao Usuri (1865-1926). Usuri fue un sacerdote y monje budista que estaba convencido de que las técnicas de sanación por medio de la posición de manos utilizadas por Jesús y Buda eran posibles de ser aprendidas. Durante mucho tiempo estudió las lenguas antiguas y las religiones en búsqueda de esta enseñanza. Como dominaba el sanscrito decidió ir al Tibet a estudiar los sutras. Leyendo un antiguo manuscrito anónimo encontró los cuatro símbolos sagrados de la fórmula que utilizaba Buda para curar. Sin embargo, una formula sin la explicación de cómo se utiliza, no funciona. Entonces decidió subir al Monte Kurama para hacer un retiro de meditación y ayuno por veintiún días, como lo habían hecho los antiguos maestros con el fin de purificarse para recibir una visión que los esclareciera.

 

El ayuno y la meditación ampliaron y elevaron su conciencia;el día veintiuno tuvo una visión en la que le fue concedida la comprensión de los significados de los símbolos y su capacidad de utilización. Así, Usuri comenzó un nuevo peregrinaje ayudando a quien lo solicitara en el camino de sanación por medio de Reiki. Antes de fallecer, el 9 de marzo de 1926, otorgó el maestrazgo del conocimiento de Reiki a dieciséis personas mediante el método tradicional “de boca a boca”. Uno de ellos fue Chujiro Hayashi quien, convertido en su sucesor, recibió la responsabilidad de transmitir y mantener intacta la tradición Reiki.

La confusión más común es pensar que el reikista trabaja con su propia energía y que se la pasa al paciente. El reikista se convierte en un canal, simplemente es eso. Mientras estudiaba, pensaba que antes de poder realizar Reiki a otra persona, primero yo tenía que estar bien. Entonces mi profesor me contó algo: Hacía muchos años él trabajaba en una ONG acompañando con Reiki el tratamiento de paciente con SIDA. Un día se descubrió que alguien dentro de la asociación se había robado toda la plata y había desaparecido. Charly, mi profesor, estaba enojadísimo, pero tenía que seguir… Los turnos ya estaban dados y los pacientes estaban llegando… Así que comenzó a trabajar como pudo. Su cabeza estaba en otro lado, y al mismo tiempo pensaba (con un poco de culpa) en la pobre sesión que estaba dando. Pero cuando terminó algo pasó. El paciente se levantó y le dijo: “¡Acabo de tener la mejor sesión de mi vida! Sentí esto y aquello; me di cuenta de tal y cual cosa”.  

Como reikista uno es un canal de energía; a uno lo inician para que mediante la posición de las manos, pase por su cuerpo la Energía Vital del Universo. Eso es muy loco pensarlo: ¿Cómo canalizas todo eso? ¿Cómo hizo Usuri para que un día todo eso fluyera por su cuerpo? Para mí eso sí es mágico. 

 

Comencé mis estudios de Reiki en el 2013 porque necesitaba de una auto-sanación. Nunca pensé que podía ser una profesión, un estilo de vida. Durante mucho tiempo estuve en un período de introspección y aprendizaje; con mis viajes y mis elecciones llegué acá. Recién entendí que yo podía (y que me gustaba) dedicarme a esto después de hacerme Reiki a mí misma. Luego de que me separé y el tablero se me dio vuelta, mientras estaba sola en un hostel al otro lado del mundo, vino el replanteo existencial. Empezaron a surgir oportunidades, una de ellas era mudarme a Nueva Zelanda a estudiar marketing, para lo que tenía que pedir un préstamo. Hablé con mi hermana que sin pelos en la lengua me dijo: “¿Vas a estudiar marketing? ¿Cuándo vas a usar eso? ¿Te vas a mudar a un lugar que no conoces, que si no te gusta te quedas endeudada? Esta es la oportunidad de ver qué querés hacer con tu vida. No tenés hijos, no le debes plata a nadie, no tenés nada que te ate a ningún lado… Pensá bien qué querés hacer. Pensá bien para dónde brillas”. Yo, totalmente perdida y enojada con ella —enojada porque en el fondo sabía que tenía razón—me fui a dormir. Entonces me hice Reiki con una intención en mente: ayudarme a ver con claridad. Esa noche me desperté y pensé (fue una idea que cayó): “Yo soy feliz haciendo Reiki a la gente. Es algo que reconozco que hago bien, que siento que soy buena; que siento que brillo cuando le hago Reiki a mis amigos y familiares”. Entonces me dije: “Vamos por este lado”.

 

El Reiki es energía, la energía es vida. A la vida vinimos a aprender y a enseñar; a conectarnos. Cuando  tenemos un problema que nos da vueltas en la cabeza, cuando nos enfermamos, nuestra energía baja considerablemente, y nos desconectamos de la vida, de nuestro propósito y misión. Es a través de esta técnica energética que volvemos al Principio, al Reiki: a sanarnos y reconectarnos.

Sobre los símbolos

 

Hay un total de cinco símbolos. De los cuales tres se enseñan en el segundo nivel de Reiki; los últimos dos se enseñan en el tercer nivel. Aunque hay otros símbolos que la gente está utilizando en Reiki que también tienen valor, no son parte del sistema tradicional de Reiki Usuri.

 

Los símbolos de Reiki tienen un efecto trascendental sobre cómo funcionan. Estos símbolos acceden a la fuente de Reiki directamente permitiendo que el practicante experimente y transmita Reiki a otra persona.

 

Los símbolos se pueden activar de muchas maneras. Por ejemplo pueden ser activados al dibujarlos con la mano, visualizándolos o vocalizando su nombre, ya sea en silencio a uno mismo o en voz alta. Lo importante no es el método que uno elija, sino nuestra intención cuando lo canalicemos y utilicemos Reiki.

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