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Enero 2016

“Mi atelier… la terraza de mi casa”

Una visita guiada con Marcelo Soares Leguineche, por sus obras en la muestra “Revolución del paisaje” expuesta en San Martín de los Andes.

 

Por Florencia Beláustegui

Marcelo Soares Leguineche es pintor y biólogo… o biólogo y pintor. Creció en el campo rodeado por la naturaleza, y este estilo de vida fue lo que lo impulsó, en un principio, a estudiar la carrera de biología. Claramente en él era innata la habilidad de observar con atención el detalle.

 

Durante el mes de enero presentó en la Sala Municipal de Exposiciones de San Martín de los Andes la muestra “Revolución del Paisaje”. Una exposición en donde el protagonista era, valga la redundancia, el paisaje plasmado de forma figurativa y abstracta.

 

Es difícil elegir una obra favorita entre las expuestas. La selección es muy buena y todas están atravesadas por un halo de misterio que deja cautivo al espectador, que se pierde entre los colores, las texturas de los diferentes soportes y la técnica de pintura chorreada “azarosa, pero controlada” como nos contó el propio pintor.

Son las seis de la tarde de un jueves caluroso en el sur. Sin embargo la sala está fresca y silenciosa. Sentados sobre uno de los bancos dispuestos frente a la obra “Ocho de marzo. Día de la mujer”, conversamos con Marcelo Soares Leguineche.   

 

¿Cuál fue el momento clave en el que pasaste de biólogo/artista a artista/biólogo?

 

MSL: Siempre cuento que estudié biología para ejercer como pintor. No hubo un momento puntual. Fue como una cosa natural, un camino natural… tanto pintar casas y carteles –que son mi trabajo-, como estudiar biología y como pintar cuadros.

 

Mi primera muestra fue en abril del ´96. A partir de ahí dije “basta, esto es lo mío”… aunque seguí pintando paredes. En el año 2003 hice una muestra en Nueva York. Fue en esa época es que empecé este tipo de pintura: abstracta pero dentro del paisaje.

 

¿Dentro de estas obras expuestas hoy, en qué detalles podés decir: “Acá está el biólogo”?

 

MSL: Yo lo veo en todas. Tengo una formación científica y metódica. Todo lo que ves y parece tan espontáneo está muy pensado. Parece que no está controlado, pero sí lo está. La formación científica me hace ser estructurado en eso… pero estructurado para trabajar mejor.

8 de marzo. Día de la mujer

Contanos  un poco sobre la génesis de tus obras… ¿Cómo comenzas un cuadro?


MSL: O me pongo a pintar porque tengo ganas de empezar a tirar pintura y ver qué pasa… o empiezo a hacer cosas que he visto antes y me las acuerdo… o vi algo que me gustó, entonces hice un boceto o saqué una foto, entonces, después en mi terraza, comienzo a pintarlas. Tengo un cuaderno de ideas en donde voy dibujando las cosas que se me ocurren y por ahí después de cuatro, cinco o seis años lo pinto. Por ejemplo ese cuadro "La geometría oculta del paisaje". El boceto original es de hace tres años, y es el último que pinté, más que nada pensando en mi próxima muestra “Geometría del paisaje”.

(detalle)

Cuando sos artista, como lo soy, todo el tiempo estás pensando en eso. Yo me duermo y sueño que pinto cuadros. Inclusive, he pintado cuadros que he soñado. Eso me pasó tres veces… Naturalmente siempre estoy tratando de captar cosas… estoy mirando las cosas y las estoy pintando al mismo tiempo. Miro las sombras de los árboles en las paredes, y ya estoy pensando en cómo las pintaría, o estoy hablando con alguien, por ejemplo con vos, y veo unos reflejos de un lado o del otro… es totalmente innato.

 

A veces hago un boceto previo y trabajo sobre eso. Otras comienzo y veo después qué sale. Por ejemplo, el cuadro “Bosque de fuego” salió de algo que no tiene nada que ver con el bosque o el fuego.

 

Estaba caminando por Buenos Aires de noche, más precisamente por la calle Freyre, y veo un portón negro pintado con esmalte sintético brillante; y un auto que salía de ese garaje con las luces coloradas prendidas. Las luces coloradas reflejaban en el portón negro, y yo vi dos divisiones: una  arriba, donde se vía muy colorado, y la otra, abajo, donde se veía un verdoso oscuro.  Entonces lo dibujé, y solo después de pintarlo se me ocurrió el “Bosque de fuego”.

Bosque de fuego (detalle)

¿De qué se trata la técnica de “pintura chorreada”?

 

MSL: Muchas cosas que acá ves azarosas, son muy controladas. Vuelco la pintura sobre el cuadro y lo voy moviendo, inclinado para el lado que quiero que vaya la pintura. La pintura chorreada es controlada.


Fijate en esa pintura "Sol porteño": en la parte celeste las chorreadas son totalmente perpendiculares, de arriba hacia abajo y de la izquierda hacia la derecha. En cambio, en la parte naranja es un caos que va para todos lados.

(detalle)
(detalle)

Sol porteño

Sol porteño

(detalle)

Sol porteño (detalle)

MSL: Otro ejemplo es ese otro cuadro que parece una bandera, "Paisaje del 24/1/2005". El origen de ese cuadro es curioso: cuando trabajo voy salpicando pintura, un día me di cuenta de que mucha de la pintura que salpicaba, caía fuera del cuadro y se desperdiciaba. Entonces pensé en poner un lienzo junto al cuadro que estaba por comenzar a  pintar; y salió ese. Por supuesto que después lo retoqué para resaltar los colores.

Paisaje 24/1/2005

¿Cómo es trabajar en el piso y al aire libre?


MSL: Me encanta. Cuando no puedo pintar es cuando llueve, pero entonces tiro un plástico en el piso de adentro y pinto sobre él. Trabajar afuera me encanta ya sea con sol, frío o calor. Por ejemplo, cuando reproduje El Guernica de Picasso, en las fotos me vas a ver pintando con guantes de lana ¡hacía mucho frío! Pero tenía tantas ganas de pintar que seguía.

Eso no me molesta y se transmite. De repente hace mucho calor y estoy poniendo unos colores rojos y naranjas increíbles; por ahí hace mucho frío y estoy tirando unos violetas, o un azul o gris.

 

También (se transmite) en la parte mecánica. Por ejemplo, aquél cuadro tiene las baldosas marcadas. Cuando me di cuenta de que me pasaba eso me encantó. Entonces empecé a hacerlo a propósito. En muchos cuadros marqué esas baldosas a propósito. Eso también es parte del trabajo en la terraza y al aire libre y de la superficie que no es ni un bastidor ni una superficie lisa.

Los colores del otoño

La próxima muestra que estás preparando es “Geometría del paisaje” ¿Cuál sería la principal diferencia con esta, “La revolución del paisaje”?

 

MSL: Como te conté, yo siempre vuelvo al dibujo clásico, a copiar cosas con un estilo más realista. Ya sea de las plazas de Buenos Aires, o de mi terraza, inclusive cuando salgo a pasear por las montañas de San Martín de los Andes.


“La Geometría del paisaje” nace de esta técnica de dibujo más realista y puntualmente de rinconcitos de mi terraza. Comienzo con ellos y después lo vuelvo a hacer pero más grandes, tomando como  base las líneas reales, comienzo a deformarlas, ¡y aparecen cosas increíbles! El dibujo original nunca se va del todo, siempre queda vislumbrado.   

La sala comenzó, lentamente, a recibir la visita de vecinos y turistas que deambulan entre las obras, escuchando de reojo ésta visita guiada con el artista que fue realmente exquisita.

 

En febrero, dentro del marco de los festejos por el aniversario de la ciudad de San Martín de los Andes, presentará en Paihuén la muestra “Alquimia del paisaje”, en donde estarán expuestas, entre otras, algunas de las obras mencionadas. 

 

Para este año tiene programada la muestra “Geometría del paisaje” para exponer en la ciudad de de Buenos Aires.   

Marcelo Soares Leguineche

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