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19 de septiembre de 2019

El karma de la luna llena en Leo

El mistero del Amor que pare del Verdadero Ser.

 

Por Marcelo Cippitelli Fresneda 

Monje Budista C´han - Astrólogo Kármico - Psicólogo social.

Vinimos a este plano a aprender muchas lecciones distintas y cada signo nos brinda la posibilidad de realización de algún modo particular. Pero Leo es el eje central de la Conciencia Cósmica y nos desafía al aprendizaje más elevado y buscado: el Amor. Vinimos fundamentalmente a aprender el Vínculo. Es por eso que encarnamos en un mamífero evolucionado (¿un mono quizás?) con necesidades compulsivas de un otro. Con otras Lunas exploraremos el Amor Espiritual (Piscis) o el Amor Universal (Acuario), pero esta particular Luna en Leo encierra el gran misterio del desarrollo del ser: cómo vincularse desde el centro de uno mismo hacia otro mediante el Amor.

 

Psicológicamente, su esencia resulta de la combinación de las emociones básicas (Luna) con la sofisticación de la mente humana en su individuación, o sea el Ego (Leo). Representa el estadío más elemental de la personalidad, el momento en que el niño pequeño entiende que es una entidad diferenciada de su madre y dice orgullosamente «Yo». A partir de ese instante comienza su relación con el mundo desde una posición de odio o de amor pero siempre desde el «sí mismo». 

Astrología, la influencia de la luna de leo, psicología kármica.

Podríamos determinar que es en ese momento sublime que comienza la auténtica historia del ser. Una historia cargada con la lucha por individualizarse, por distinguirse y ser distinguido de los demás. Para ese fin es que lenta y laboriosamente se produce un constructo organizado llamado Ego. Y, claramente, comienza también la confusión en la que el ser no puede distinguir su obra de sí mismo. Se invierte tanto tiempo y esfuerzo en este plan de diferenciarse en una máscara perfeccionada que finalmente la entidad espiritual que nos habita (o sea, el alma) queda relegada, ocupando discretamente un rincón más o menos oscuro. Tal es la historia de la permanente crisis del ser que una y otra vez se da cuenta de la incomodidad de su alma y trata de rescatarla. Es por eso que fallamos en nuestros intentos de vincularnos con otro: lo realizamos desde el Ego y no desde el Ser Auténtico. 

 

La Luna llena de Leo representa un momento crucial del año en que podemos utilizar la energía del evento para intentar «ver» claramente la diferencia entre nuestro Ego y nuestro auténtico Ser. Ello constituye en sí mismo una verdadera batalla ya que el Ego no quiere ceder un palmo de su posición jerárquica y monárquica de rey absoluto de la persona. Y al alma le cuesta bastante demostrar la autenticidad de su reclamo legítimo. A diferencia de lo que sostienen algunas filosofías, la Psicología Kármica promulga que el ego no puede ser eliminado ya que la personalidad se desintegraría al punto de que el ser no sobreviviría. Esto sólo puede ser logrado por algunos pocos humanos evolucionados, los llamados Iluminados o Budas. Cuando un Buda consigue este nivel, accede a la dimensión del amor auténtico que no distingue a la roca del vegetal o del humano. El Amor Espiritual. 

 

El resto de los mortales que no hemos alcanzado dicho lugar tenemos que seguir en la permanente labor de alcanzar el punto en el que el amor por nosotros mismos nos desborde al punto tal de que pueda alcanzar a otro ser humano

 

En este período dominado por la Luna Llena de Leo es que podemos poner a prueba nuestro amor en la relación de pareja. Nuestros sentimientos son desafiados por el egoísmo y si nos descuidamos podemos caer en verdaderas batallas campales por el dominio del otro. Es en ese punto en el que ambos perdemos. En lugar de ello, si acudimos a nuestra conciencia para «vernos» auténticamente y podemos entender que ese otro no está allí para cumplir nuestras necesidades ni satisfacer nuestros ideales, entonces podemos proyectar un amor auténtico que se verá reflejado desde la esencia del otro individuo. El amor deja de ser un acuerdo de neurosis complementarias luchando por prevalecer para pasar a ser un camino al encuentro con la Divinidad. 

 

¿Podremos hacerlo? ¿Deseamos intentar tamaña proeza?

*Para hacer consultas personalizadas te podes comunicar con Marcelo Cippitelli a su dirección de mail marcelocippitelli@gmail.com o a su celular (011) 15 5376-5823.        

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