La Palestra

Basada en la tragedia de Ricardo III, Cruel lleva al escenario la representación de nuestros propios dolores. El villano, casi arquetípico construido por Shakespeare, hace que nos encontremos con eso que nos repela pero a la vez nos define. El más odiado de todos es en parte el más real.

Extraordinaria fusión entre la obra clásica de Shakespeare y elementos actuales como pueden ser los golpes de platillos o los bailes contemporáneos. La sala donde se lleva a cabo la obra también brinda un toque especial: la ex iglesia franciscana pintada de negro y convertida en teatro potencia el encuentro entre el teatro isabelino y el porteño sobre un escenario atemporal.

Así es que, con esta puesta en escena de fuerte impacto y carga simbólica, un ingenioso Ricardo III reencarna en el cuerpo de Marcelo Savignone, actor protagonista y director de la obra, con quien tuvimos el placer de conversar.

La Palestra: ¿Qué fue lo que te movió a adaptar este clásico de Shakespeare?

Marcelo Savignone: En principio, venía haciendo una investigación con Chejov, anterior a eso había desarrollado una versión unipersonal de Hamlet. Ricardo III es como un Hamlet en estado bruto, en el sentido en que Hamlet tiene mucha ironía y muchos elementos bufonescos más refinados y Ricardo III no deja de ser otro bufón, también. Entonces, me interesaba ese link de la ironía, el bufón para hablar de nuestros días.

L.P.: ¿Y cómo fue para vos trabajar con un personaje como Ricardo III?

M.S.: Fue un trabajo muy arduo en el sentido en que me fui a Londres a buscar el material. También, viajé a Sevilla para buscar quién me couchea [SIC] los textos; [en el sentido] de hacer una buena documentación.

También, la obra parte de un un dolor muy grande que pertenece a la conciencia de este mundo. Cuando falleció mi padre hubieron personas que se aprovecharon de su muerte... justamente había un Ricardo dando vueltas por ahí. El arte me llevó a trascender ese momento tan espantoso de mi vida. Hay personas que ni siquiera con la muerte pueden frenar. Esto lo que nos plantea es ver que hay gente mala, ¿no? Así como Espinoza dice que no se puede explicar la bondad, Shakespeare plantea que hay maldad. Trabajar este personaje fue meterse dentro de todo ese pantano.

L.P.: El trabajo que hicieron con la puesta en escena es súper interesante. Para aquellos que no vieron la obra todavía: ¿cómo contarías tu propuesta?

M.S.: Tratar de que esa lejanía de Ricardo III —la de los York, los Lancaster, la guerra de las rosas— traerla a una puesta atemporal, pero que claramente refleje nuestro tiempos. Entonces, está basada en los mecanismos shakesperianos. Shakespeare no utilizaba grandes escenografías, sino que era a través de la palabra que iba situando los diferentes decorados. El ejercicio de la imaginación por parte de los espectadores e intérpretes como el ejercicio de seguir creyendo.

Cruel tiene sus últimas cuatro funciones los sábados 20 y 27 de abril, 4 y 11 de mayo a las 21:30 hs en el Centro Cultural Recoleta.