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La Revista Cultural La Palestra Noticias es un espacio de encuentro para compartir el amor por el Arte, por el Deporte, por la Literatura, por la Salud, por los conocimientos de Astrología, por el Medio ambiente y su cuidado, por la cultura de cada Sociedad y su gente; por los viajes, la oportunidad de descubrirnos diferentes y semejantes.   

Enero 2017

Colombia y la noche de las velitas 

 

Por Laura Bianchi

Fotografías Laura Benitez

Interior de restaurant de la terminal de Popayán, 06 AM.

 

Cuatro hombres charlan entre cervezas. No sé si su día está empezando o terminando. Son todos trabajadores de compañías de transporte. Hablan fuerte y entre risas. El divorcio reciente de uno de ellos es el centro de la conversación. Un consejo sobresale entre los demás: “No me vaya a comer mal ni a dejarse estar. Tiene que demostrarle, a ella, que estaba equivocada”.

Era mi primer amanecer colombiano entre dos viajes largos en ómnibus. Estaba muy cansada y confundí ese diálogo con otros que había escuchado la noche anterior en otro café de otra terminal de ese mismo país. Pero esa vez habían salido de una televisión, donde estaban volviendo a dar la mundialmente reconocida telenovela “Betty, la fea”. Las circunstancias eran distintas (en este caso la protagonista había conocido a un francés quien la amaba a pesar de su fealdad, hecho que sus compañeras de oficina estaban haciendo llegar a oídos de su verdadero amor para demostrarle que él estaba equivocado, y que en realidad quería estar con Betty). La estrategia de fondo era la misma.

 

En ese momento nos preguntábamos con una amiga sobre las técnicas de actuación colombianas. Nos llamaba la atención que algo que para nosotras era súper exagerado e incluso caricaturesco, fuera para ellos sinónimo de buena actuación. Pero día tras día, lo fui encontrando cada vez más natural.

Lo mismo comenzó a sucederme con las novelas de Gabriel García Márquez. El calor húmedo, los tinticos, las miradas de las personas, las plazas, absolutamente todo me hacía exclamar: “¡Es como Macondo!”. No en vano “Colombia es Realismo Mágico” es el nuevo slogan nacional para promover el turismo. Es que de verdad Colombia es puro realismo mágico. Hay una celebración popular que lo demuestra muy bien. Se llama “la noche de las velitas” y hasta donde sé, solamente se festeja aquí.

Se conmemora en la noche del 7 de diciembre y es lo que marca el inicio de los festejos navideños. Está dedicada a la Inmaculada Concepción, cuya imagen se ve en las banderas que decoran las fachadas de las casas. El protocolo de la celebración establece que las 19 horas, más o menos, comiencen a encenderse en las puertas de los hogares, las velitas. La disposición y decorado de las mismas varía de acuerdo a la imaginación de cada persona: con faroles de cartón, muñecas, ángeles o pegadas directamente en la vereda, transforman las calles en un verdadero espectáculo.

 

Estoy en San Agustín, un pueblo de la provincia de Huila en el sur de Colombia. Magola (la dueña de la casa en donde nos estamos hospedando) nos prepara arepas y un tintico para esperar a que sean las siete. La radio está prendida y anuncia el sorteo de doce velas para esa noche. Está contenta con nuestra compañía porque va a poder sentarse en la vereda hasta que todas se apaguen. Nos explica que hay que pedirles un deseo, y que hay que guardar las que no lleguen a consumirse porque son las que quedan benditas.

 

Los niños de la cuadra están muy entusiasmados. Hay uno que aprovecha las distracciones de nuestra anfitriona para robarle velas, pero cuando no lo logra se pone a bailar. Un auto estaciona enfrente con música a todo lo que da. Rápidamente la celebración se convierte en una fiesta.  Al menos para nosotras, porque los locales se quejan de que ya no es como antes.

La magia y el drama (o exageración) fluyen naturalmente aquí. Se ve en las sonrisas y también en los enojos. En los decorados navideños y las pinturas de Botero. Y sobre todo, en el tamaño del país y sus múltiples paisajes que estoy ansiosa por descubrir.

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