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Enero de 2017

Capricornio y su lucha interna

 

Por Marcelo Cippitelli, Astrólogo Kármico y Psicólogo Social*

Para estudiar el Karma de Capricornio debemos remontarnos al principio de los tiempos ya que es la primera constelación conocida y documentada de alguna manera por el hombre. Ya era estudiada en Babilonia y relacionada con el dios Ea, que tenía cuerpo de cabra y cola de pez, reinaba sobre las aguas y podía vivir también en la tierra. Ea recibía el mayor culto pues fue un dios benefactor y un sabio maestro. Su forma de enseñar era a través del trabajo y los diferentes oficios. En una segunda etapa, los mismos babilonios lo encarnaron en Kusarikku, el monstruo de figura doble de cabra y pez.

 

Los griegos lo vinculan con Amaltea que fue la cabra que alimentó con su leche al dios Zeus. Cuando era un niño y jugando con ella, el pequeño dios rompió uno de sus cuernos. En agradecimiento al cuidado desinteresado que tuvo con él, Zeus transformó este cuerpo en cornucopia, el cuerno de la abundancia.

Por todo ello este complejo signo ocupa el punto más elevado del Zodíaco, representando la ascensión de la Tierra a su más alta expresión. Los capricornianos encarnan con la misión de trascender los valores más concretos en los más elevados. Pero para ello deben cuidarse de no cometer ninguna falla. Por eso poseen un sistema de re-aseguro que no les permite errar: la Culpa. Su imposibilidad absoluta de manejar esta difícil emoción hace surgir dos modalidades diferentes de capricornianos: uno muy elevado que puede convertirse en un Maestro espiritual; guía y directriz de sus congéneres, que siempre sabe cómo deben hacerse las cosas para el bien común, incluso en su propio perjuicio. La otra modalidad es un sujeto quasi psicopático que desea alcanzar sus fines egoístas sin importarle nada de los demás. En presencia de un capricorniano debemos detenernos y estudiarlo concienzudamente para saber a cuál de las dos clases pertenece.

 

La mayoría de los que encarnan en los últimos siglos, son almas antiguas, de muchas encarnaciones previas. Debemos tener claro que capricornio tiene su inicio con el solsticio de invierno o de verano, dependiendo del hemisferio. Se trata de una época de crucial importancia en el ámbito espiritual, ya que numerosos dioses salvadores y mesías solares nacen en esta fecha, empezando por el mismo Sol. En Roma, era el momento en que celebraban las saturnales, y entonces la severa hoz de Saturno se transformaba en la Cornucopia de la abundancia.

 

El signo de la Cabra de Agua nos puede dar seres elevadísimos en su manifestación espiritual, verdaderos maestros. Pero también sádicos desalmados y egoístas capaces de cualquier acción con tal de alcanzar sus fines a través del poder. Y lo verdaderamente curioso es que en cada capricorniano se encierra la simiente de ambos en forma absolutamente potencial, y el mecanismo regulador llamado Culpa. Si se ha de manifestar uno u otro personaje va a depender del manejo de la misma, que inclinará el fiel de la balanza en uno u otro sentido. El poder tratará de manifestarse de alguna manera, en la máxima expresión posible, como si se tratara de la reencarnación de una auténtica deidad babilónica. La lucha se desarrollará en el interior para luego salir hacia el mundo.

En algunas ocasiones, sobre todo en las almas encarnadas en el último siglo, el karma de este signo se complejiza aún más. La lucha interna se hace tan pareja, las fuerzas de uno y otro bando son tan igualmente poderosas que el ser queda “detenido”, congelado en una posición, cual la mujer de Lot. Estamos ante el caso de la aparición de la patología depresiva que no les permite tomar partido hacia uno u otro bando. Es un caso cada vez más frecuente.

 

La próxima vez que te encuentres frente a un capricorniano deberías tratar de percibir a qué clase pertenece y la magnitud de la batalla que se juega en su interior.

*Para hacer consultas personalizadas te podes comunicar con Marcelo Cippitelli a su dirección de mail marcelocippitelli@gmail.com o a su celular (011) 15 5376-5823.        

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