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La Revista Cultural La Palestra Noticias es un espacio de encuentro para compartir el amor por el Arte, por el Deporte, por la Literatura, por la Salud, por los conocimientos de Astrología, por el Medio ambiente y su cuidado, por la cultura de cada Sociedad y su gente; por los viajes, la oportunidad de descubrirnos diferentes y semejantes.   

2 de junio de 2019

Arrancar con el cambio

Segundo encuentro con las Nutricionistas del Hospital Dr. Ramón Carrillo de San Martín de los Andes.

 

Por La Palestra Noticias

En la oficina de las nutricionistas se vibra buena energía. Nos cuentan que el trabajo es muchísimo y que hay semanas complicadas y otras, como la de ese momento, más tranquilas. Entre ellas se ve una complicidad y un intercambio enriquecedor. Al escucharlas hablar, indefectiblemente, uno se contagia el entusiasmo por conocer más sobre este mundo de la nutrición (que es enorme…) y urgen las ganas por ser más responsable con lo que le damos a nuestro cuerpo para que se alimente.  

 

Entre mate y mate, aprovechamos para hacerles algunas preguntas y esclarecer ciertos mitos sobre hábitos alimenticios.

 

LP: Como dice el refrán: «del dicho al hecho hay un trecho». Pienso en cómo uno puede tomar conciencia de la importancia de una buena alimentación, pero llevarla a cabo es otra cosa... ¿Se acercan muchos pacientes a pedirles acompañamiento para realizar el cambio de hábito hacia una alimentación más saludable?

Lore: Sí, tenemos muchas consultas, pero no todos los pacientes vienen en busca de un cambio alimenticio o cambio de hábitos. Sino que, realmente, vienen en búsqueda de verse mejor, de bajar de peso sin tener una conciencia de que el mejor camino es el cambio de hábito. 

 

 

LP: ¿Cuál es la mejor forma de comenzar?

Lore y Gaby: En la primera consulta, lo que queremos lograr es un vínculo, una afinidad entre la nutricionista y el paciente, una buena conexión. Entonces, empezamos a conocer cuáles son sus gustos, sus hábitos, su horario laboral; a qué se dedica, si eso implica un esfuerzo o no; cuál es su actividad física, cuáles son sus posibilidades, es decir, su accesibilidad a los alimentos. Después, también interrogamos sobre lo que se llama una «anamnesis alimentaria»: el paciente nos cuenta cómo se alimenta desde que se levanta hasta que se acuesta. Así, conocemos sus sus hábitos y sus gustos, con quién vive, quién cocina, con quién come, dónde come; si se saltea comidas o no, cuáles son sus horarios de comidas... porque, por ejemplo, puede ser una persona que trabaja de noche y tiene todos los horarios cambiados. De todo eso tratamos de mantener los buenos hábitos y, de a poquito, ir modificando los malos hábitos. Cada paciente es único y los planes de alimentación son individualizados. Tratamos de que los objetivos sean a corto plazo y posibles de realizar, para que el paciente siga motivado.

 

LP: Una vez que se aplican los cambios, ¿cuáles son las primeras manifestaciones que se ven en el cuerpo? 

Gaby: Por lo que refieren los pacientes, ya desde los primeros días están más concentrados y organizados en su alimentación; se sienten un poco más deshinchados, más livianos para hacer alguna actividad física; se mejora mucho el tránsito intestinal. Por ejemplo, en el caso en que un paciente cenaban demasiado por la noche (porque su comida fuerte era la cena), manifestó que duerme mucho mejor y que su descanso se logra en mejor medida. Hay gente que nota cambios en la piel, ya que al estar mejor hidratados esta también cambia. Esas serían las primeras manifestaciones físicas.

 

LP: ¿Se notan cambios en el estado de ánimo?

Gaby: Nosotros entendemos que un cambio de hábitos es algo que moviliza mucho a la persona, y tratamos de acompañarlo en este proceso y de que este cambio sea para que la persona se sienta mejor, sienta más energía. Tratamos de hacer esta diferencia porque sabemos que cuando son dietas muy restrictivas, en donde hay alimentos totalmente prohibidos, es donde, generalmente, te cambia el humor. Nuestra idea es que siempre la alimentación sea agregar alimentos saludables a lo que veníamos haciendo

 

LP: ¿Cuál es el obstáculo más frecuente para quienes están arrancando con el cambio? ¿Qué herramientas aconsejan para sortearlo?

Gaby: El obstáculo más frecuente es la falta de organización: el poco tiempo disponible para organizar la alacena, las compras, el freezer y, bueno, la alimentación semanal. A nivel obstáculo, nos parece que es primordial.

Una vez que ya están organizados, el que más cuesta es el no tener tan disponible un alimento dulce. Hay gente que es muy dulcera. Lo que nosotros aconsejamos, para no llegar al picoteo de cosas dulces, es no presentarse con hambre a ninguna de las comidas principales, tener colaciones saludables disponibles en casa: muchas frutas, gelatinas con fruta, o poder hacerse algún licuado con leche descremada y frutas sería perfecto.

 

LP: Hay quienes plantean el mayor obstáculo con un tema económico: ¿por qué creen ustedes que se fomenta la idea de que comer sano es más caro?

Gaby: En realidad, hay un montón de productos que también son caros, como un asado u organizar un cumpleaños, pero se toma como un gasto que está socialmente avalado porque es una costumbre que ya la tenemos súper incorporada. Me parece que es más a nivel social que hay cosas que están avaladas y otras que se pueden modificar y trabajar. Por ejemplo, un paquete de galletitas es mucho más caro que hacer un bizcochuelo casero incorporándole una zanahoria rallada. No te digo frutos secos que son más caros, pero sí, incluir algunas verduras que quedan bien y es mucho más saludable que un paquete de galletitas dulces rellenas con un montón de conservantes y una cantidad de azúcar elevada. Entonces, esa idea es por una cuestión de hábito social que uno gasta en un alimento aunque sea caro. Es el hábito y la costumbre del pueblo, ¿no? Igualmente, yo creo que hay una gran concientización desde todos los ámbitos. Nosotras que vamos por los jardines y fomentamos la alimentación saludable, vemos en los chicos esa opción. Uno va formando el hábito a medida que transcurren los años y vive de tal manera.

 

LP: ¿Qué piensan del mito que dice que quienes dejan de comer carne tienen menos energía y siempre sienten frío? 

Todas: Que no tiene que ver con la energía, si no con la mala oxigenación por la anemia. 

No todas las personas que dejan de comer carne roja están anémicas. Se puede lograr una alimentación balanceada sin sentir falta de energía o tener esta sensación de frío. Eso va en lo adecuada y equilibrada que sea la alimentación que lleva la persona.

 

LP: ¿Qué otros mitos desmienten?

Vanesa: Y tampoco comer saludable es más dietético. Muchas chicas que se hacen vegetarianas piensan que con ese cambio van a adelgazar. Eso implica un trastorno alimentario oculto y pasa mucho con esto de la alimentación consciente, que todos creen que si se meten, por ese lado van a adelgazar. Y no es así. Yo explico que la alimentación saludable no quiere decir que sea hipocalórica. Una cosa es que sea saludable, pero muchísimas de las comidas saludables o de la alimentación consciente tiene muchísimas más calorías que, por ahí, comerte un bife con ensalada.

 

 

Y como se trata de crear buenos hábitos y de dar información para concientizar sobre la importancia de tener una buena alimentación, este lunes realizaron el taller destinado a los más chiquitos: visitaron el quincho del Hospital los alumnos del jardín de infantes «Rosario Vera Peñalosa» de San Martín de los Andes. La actividad arrancó bien temprano, primero con un paseo por la huerta y el invernadero, y siguió en el quincho donde desayunaron brochettes de fruta (hechas por sus propias manitos) y después del momento del cuento, ¡trufas de banana, almendras y avena! Cuando los chicos se van, cada uno se lleva un folleto con las recetas de lo que cocinaron y con claves para llevar una alimentación saludable.   

 

Este encuentro con alumnos de jardín de infantes no es el primero que realizan. Las «nutris» nos contaron que siempre encuentran una respuesta super positiva por parte de los más chicos. Toman sus sugerencias de manera natural y comparten los nuevos hábitos en sus hogares. Entonces, hacer un buen desayuno, tomar agua y comer frutas se convierten desde chiquitos en hábitos ya adquiridos.

 

Compartimos algunos momentos de esta mañana tan linda (y distinta) y les dejamos la receta de las tufas para que ustedes las prueben. Después nos cuentan cómo les fue.

Trufas de banana y avena

Ingredientes

* 1 taza de avena

* ½ taza de almendras o nueces

* 2 bananas

* Coco rayado

 

Preparación:

* Pisar las bananas hasta conseguir un puré. 

* Procesar las almendras o nueces

* Mezclar todos los ingredientes y luego formar bolitas

* Pasar por coco rallado para decorar

 

¡A disfrutar!

Nutricionistas del Hospital Dr. Ramón Carrillo del Hospital de San Martín de los Andes realizando el taller de alimentación saludable para los chicos del jardín de infantes Rosario Vera Peñalosa.
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